Bienvenida

¡Te damos la bienvenida a Estróbilos Rodantes!

Los pinos son almas majestuosas que siempre están apuntando el destino, la máxima aspiración de lo que crece y vive. Plenos son los seres que tienen clara su misión en el universo, y en la incertidumbre están los que ruedan por los caminos, buscando el sentido… Nosotros somos esos estróbilos arrojados de la plenitud, presos de la gravedad de la existencia. Desnudos y vulnerables buscamos el retorno imposible al hogar, la integridad perdida, la altura negada que tortura nuestro anhelo en reminiscencias. No dejamos de respirar la fragancia de la montaña, el recuerdo del paisaje, la necesidad de un erguido camino; y rodamos y rodamos por las vastas vías del arte, procurando que la experiencia estética nos devuelva por un instante lo indescifrable.

Querido amigo, querida amiga, recorre con alegría estas páginas que ahora se te presentan como un nuevo sendero que lleva hacia ti mismo, el único lugar donde te puedes sentir a tus anchas, el único trocito de hogar que conservaste desde el día de la partida. Con alegría y ternura hemos allanado el camino para que tú puedas ser protagonista de este viaje. ¡No dejes de creer! Descarnados vamos todos, pero en nuestro camino soltamos la semilla que habrá de darnos una segunda vida, y en ella nos levantaremos del polvo, de la húmeda tierra, para volver a ser lo Eterno. ¿No crees en la eternidad? Siente atentamente la magia del instante, atrévete a enamorarte, y verás cómo de tus poros nacen ramas de altura, de infinitud fragantes.

Un camino más, claro, un camino más… pero dichosos somos de rodar por este mundo, de abrir camino al andar… Sólo en la plena opresión de la alteridad, ha nacido la libertad. Seamos, pues, libres, y gocemos de nuestro ser vulnerable, porque una delicia reservada sólo a los seres humanos es aquello llamado “aspirar”.