De Aflicción de los ábsides.
De Poemas de la primera cárcel.
Octosílabos penitenciarios, Celdas 8, 9 y 11, Pensar fuera de la celda.
1.
dependencia de las manos
el derrumbe de nuestro sexo
con la intensidad de las noches de masacre
te ansío
la esencia de tu complejidad
apenas por mi lodo conocida
ese lodo que es mi sangre
mi sangre
que es el Lempa mientras fluya
3.
el honesto territorio de tus labios
es la escena del crimen
un perecer extraordinario se ha visto ahí
un miedo rompedor de esternones y tripas
con alborotos en principio
o huelen a algo o huelen a río
Diablo y Dios pierden así a los suyos
vos yo sus verdugos fugitivos
renegados escapando de sus manos
4.
sos –a toda hora– válida
de principio solicitada
acudí en mi extradición y mi pesadilla
quiero tu eyaculación de risas
tu arquitectura tenaz
que en un aislado invierno se desnuda.
yo no mártir, precoz pereceré en tus manos
pero si ese es el precio: indicado es que me privés
y ya no creo en tus noticias por lo ciertas
van así rotación y traslación (tan propensas a olvidarse)
resquebrajadas una a una en tu sendero pugilista
honesta mi decadencia si te abrazo
pero si ese es el precio…
8.
la cenagosa lámpara en tu mano lumbra el cuarto
sacando de las sombras hasta el último esperma
no sé más de las montañas
te llevaste la luz
fosforescencia última
no será, pues, nuevo día tu llegada
sino un
chispazo de sombras
13.
sé que te costará olvidar
cuando atruene el viento
será porque tuvimos nuestro fuego
porque fue nuestra la oscuridad
y el recelo de los andenes
la manta luminosa de la mentira
(cuando nos dijimos mentiras)
y cogniciones de burleta
de pinta y beso fuertes
de noches regaladas a los griegos
a los vanguardistas
a Vallejo cuando triste nos dejó
aquella vastedad de momentos nuestros
despojo letal de cada verso dicho a tu oído
hueso y néctar de mar tu labio recio
claudicante el paso hacia tu sombra
abrigada por el tormento decidido
la alta desgracia de aquellas fechas aleatorias
pujantes culata bota y bala
ensañado escenario de fuego
de mi grito incapaz y mi silencio
de tu llanto y azarocidad
de insuficiencias de todo de nada
y lo demás…
fetichismo.
una foto de tus pies
vale más que todo el mes
trabajándole al burgués
y no vivís con estrés.
paso firme en tu calzado
por el cual mucho has pagado
la inflación te ha cegado
creyendo que lo más caro
cueste todo tu salario
bien al burgués has copiado
fetichismo de la moda
la masa que se acomoda
esperándola con todas
las ganas de hacer la joda
linda chemi lindo carro
lindo culo ya pagué
en tu cuenta, me ha gustado
cuando subís otra vez
prendo el tele hay partido
cómo juega ese alemán
ya es tarde no he comido
quisiera como él cobrar
sube todo compro menos
implacable la inflación
muevo ripio corto hierro
tu foto vendió un montón
quema vivo el sol mi espalda
hasta acabar mi jornal
tu shúgar compra tus nalgas
hoy nada te faltará
todo rige aquí el mercado
¿qué de libre? preguntamos
vos cumplí con tu mandado
consumí y terminamos
Izalco.
por fin el Izalco
histórico cañón amenazador de los cielos
cristo de piedra de púrpura vestido
rompe con los paisajes
infiernillo que taciturno
tizna de ceniza a los que buscaron la liberación
y a los que la frenaron
a precio de filazos y disparos
ha despertado y ha dormido…
así, 1932 me corroe en la conciencia
no en la entraña no en el corazón
1932 es la insurrección: las manos del explotador ata
es la masacre: fosa común de la historia.
Octosílabos penitenciarios.
hoy cautivo en Penalito
qué fortuito me encontré
detenido preventivo
sin delito qué joder
culatazos sí te ofrecen
los cuilios sin merced
sólo dioses impotentes
que juegan con nuestra sed
tan maldita la nostalgia
rompedora sin igual
cuando el hambre aquí te agarra
se te sale lo animal
los domingos pastorcito
aplaudido en general
fiel nos trae un atolito
todos no lo alcanzarán
la palabra de diosito
nos alimentará más
la UMO bien seguidito
trae todo su arsenal
pa dejarnos chuloncitos
golpe a golpe un castigar
botá esas mierdas, cerote
de qué te servirán
son mis medias por la noche
nos podemos calentar
boca abajo semos malos
nos dominan por igual
con capucha bien armados
así harán su festival
Celdas 8, 9 y 11.
mi primera cárcel fruta negra
¿cómo nombrar esa nueva desgracia?
son números los días y espero más que al rancho
el final de este pequeño infierno
yo soy quien se pudre en ese deseo
pero antes lo negro lo mal encarado lo fétido lo aberrante
púdrase la desgracia que engendró esta suerte
ninguna su intención más que la de persistir
y afuera: los preparativos de la navidad
la gran mafia gobernante se instala
afila las espadas que se empuñan por la espalda
y negocia redondamente las ignominias sociales futuras
mi familia cenará amargamente
y beberán sonidos fríos de vidrios y lágrimas
los jueces como es natural se van a Cancún a Roatán a Miami
su permiso y su bono irá a disfrutar el helado policía
la justicia descansa muerta bajo la permanente sombra
de la gran galera del penalito
sucia de estiércol humano y aviar
de sirenas marqueras de patrullas y pelo quemado
cada cual en su condición todo el mundo a vivir su vida
el sub inspector Pineda, los ministros y Dios se tuestan las panzas
al son de las monedas de madres y familiares
que a las afueras pagan las prendas y los ranchos de sus presos
no estoy aquí ni por fu ni por fa ni culpa ni causa
ni por malo o por bueno sino por guerra la paz
porque capital / trabajo porque Arriaza Chicas allá y yo aquí
exnovias y amistades beben metros más allá de estos hierros
en sus demasiadas juergas en las fiestas de fin de año
los que saben dónde estoy, los que no
así transcurre la vida
(nacida de la mar y sin fe)
alrededor de nuestro hacinamiento
y en cualquier lugar, Roque ya lo lamentaba,
la última de las cosas hundidas o clavadas será menos prisionera que yo
Pensar fuera de la celda
ME ESTOY RIENDO
[…]
es el tiempo, que marcha descalzo
de la muerte hacia la muerte.
César Vallejo.
el poema raro inicia como no se espera
el tiempo, fulminante de todas las cosas, enrarece todo
soy, en conclusión, una molécula consumida por los segundos
Soyapango se vuelve un instante difuso escrito en las paredes
un sapo oculto por la lluvia esparcida en el asfalto lejano
un atasco en medio de la tortilla mordida
el rancho que puntual me paga mi familia
no lo acepto pero me obligo
lo digo con toda la doncellez que puedo y el tiempo apretujado
tan diplomático como problemático
caos de la noche, irreverencia del mundo
¿tiene cicatrices o tatuajes? ¿ha estado detenido antes?
mis ojos llorosos ante la cámara que me registra en el expediente penal
rostro, pregunto por mi rostro y mis tímpanos
miralos ahí en las paredes que no fueron pintadas
la espectral evidencia que sostiene mi caso
¿en qué se reduce nuestro progreso?
general metabolismo, mariconada la tortura del hambre
cuando me estalla Hiroshima en espalda y ojos
Dios está en las macetas en un pastel
pero no aquí
todo se vuelve a enfriar
Dios en el veneno para el muchacho, para la anciana
Dios es la puta de un hijo
pensémoslo con la madurez de un excusado roto
si es obsesivo es artístico
lo sabrán Germán Cáceres y Horacio Oliveira
Rubén Martínez, estudiantes del inframen, mareros
Camilo Minero, Churchill, Roque…
cada quien enfrentando su cirrosis histórica
su decadencia sifilítica
la mía
el conocimiento de casi nadie
eso es Dios
que hubo un milagro, un poltergeist verbalista, cuando anduve en audiencia
que uno se fue libre gracias a Dios
que estén listos los cañones
después de las bartochas te llevan al penal
sean marciales con los custodios, acá se les llama “jefes”
me dará catarro antes, escabiosis en los labios
cortarme la lengua con hilo antes que…
los pesares crónicos de las enfermedades, apendicitis, diabetes, taquicardias
en el patio central del penal hay una polvareda que atestigua mi abyección
la constituida verdad de todas mis hambres
las aves cagando los interiores de las celdas, nuestra blanca ropa
la naturaleza sobre los pistilos
hoy no tengo intención de dormirme
densa la picazón del cuerpo
inundación de cabezas pelonas, cicatrices, tatuajes
bagatela suculenta es la categoría de mi prisión
sembrá cerveza y cosecharás orina
los Saca de arriba las resacas de abajo
esta sed de regias cholas
plasma un eclipse sinfónico de estrellas y rosas
soneto oh soneto del aire que te vestís de frío
el libre albedrío es una cínica mentira
el custodio hace lo que quiere pero se debe enmascarar
el poema que va a ninguna parte
pensé que moría y era tu desnudez
era yo despertando en la celda y lloré en seco
era la cuca fétida que nace en los rincones de la inmundicia
y no la tuya
la de tu rinconcito callado que me acaramelaba la boca
la que me enculaba lavarte en la ducha siempre con ritmos de serpiente
soy tan bueno en eso en serio tan bueno
ahora lavo mi piel lacerada por ácaros y hongos
“¡me quiero ir libreeee!”, grita un cerote
libertad yo no sé lo que es, pero sí penitenciaría
y total que me han sacado pero no fue Dios
no fue porque rompí la prisión
sino porque se acabó ese círculo

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