Selección poética de Héctor Saavedra

1 0
Read Time:8 Minute, 4 Second

De Aflicción de los ábsides.

De Poemas de la primera cárcel.

Octosílabos penitenciarios, Celdas 8, 9 y 11, Pensar fuera de la celda.

1.

dependencia de las manos

el derrumbe de nuestro sexo

con la intensidad de las noches de masacre

te ansío

la esencia de tu complejidad

apenas por mi lodo conocida

ese lodo que es mi sangre

mi sangre

que es el Lempa mientras fluya

3.

el honesto territorio de tus labios

es la escena del crimen

un perecer extraordinario se ha visto ahí

un miedo rompedor de esternones y tripas

con alborotos en principio

o huelen a algo o huelen a río

Diablo y Dios pierden así a los suyos

vos yo sus verdugos fugitivos

renegados escapando de sus manos

4.

sos –a toda hora– válida

de principio solicitada

acudí en mi extradición y mi pesadilla

quiero tu eyaculación de risas

tu arquitectura tenaz

que en un aislado invierno se desnuda.

yo no mártir, precoz pereceré en tus manos

pero si ese es el precio: indicado es que me privés

y ya no creo en tus noticias por lo ciertas

van así rotación y traslación (tan propensas a olvidarse)

resquebrajadas una a una en tu sendero pugilista

honesta mi decadencia si te abrazo

pero si ese es el precio…

8.

la cenagosa lámpara en tu mano lumbra el cuarto

sacando de las sombras hasta el último esperma

no sé más de las montañas

te llevaste la luz

fosforescencia última

no será, pues, nuevo día tu llegada

sino un

chispazo de sombras

13.

sé que te costará olvidar

cuando atruene el viento

será porque tuvimos nuestro fuego

porque fue nuestra la oscuridad

y el recelo de los andenes

la manta luminosa de la mentira

(cuando nos dijimos mentiras)

y cogniciones de burleta

de pinta y beso fuertes

de noches regaladas a los griegos

a los vanguardistas

a Vallejo cuando triste nos dejó

aquella vastedad de momentos nuestros

despojo letal de cada verso dicho a tu oído

hueso y néctar de mar tu labio recio

claudicante el paso hacia tu sombra

abrigada por el tormento decidido

la alta desgracia de aquellas fechas aleatorias

pujantes culata bota y bala

ensañado escenario de fuego

de mi grito incapaz y mi silencio

de tu llanto y azarocidad

de insuficiencias de todo de nada

y lo demás…

fetichismo.

una foto de tus pies

vale más que todo el mes

trabajándole al burgués

y no vivís con estrés.

paso firme en tu calzado

por el cual mucho has pagado

la inflación te ha cegado

creyendo que lo más caro

cueste todo tu salario

bien al burgués has copiado

fetichismo de la moda

la masa que se acomoda

esperándola con todas

las ganas de hacer la joda

linda chemi lindo carro

lindo culo ya pagué

en tu cuenta, me ha gustado

cuando subís otra vez

prendo el tele hay partido

cómo juega ese alemán

ya es tarde no he comido

quisiera como él cobrar

sube todo compro menos

implacable la inflación

muevo ripio corto hierro

tu foto vendió un montón

quema vivo el sol mi espalda

hasta acabar mi jornal

tu shúgar compra tus nalgas

hoy nada te faltará

todo rige aquí el mercado

¿qué de libre? preguntamos

vos cumplí con tu mandado

consumí y terminamos

Izalco.

por fin el Izalco

histórico cañón amenazador de los cielos

cristo de piedra de púrpura vestido

rompe con los paisajes

infiernillo que taciturno

tizna de ceniza a los que buscaron la liberación

y a los que la frenaron

a precio de filazos y disparos

ha despertado y ha dormido…

así, 1932 me corroe en la conciencia

no en la entraña no en el corazón

1932 es la insurrección: las manos del explotador ata

es la masacre: fosa común de la historia.

Octosílabos penitenciarios.

hoy cautivo en Penalito

qué fortuito me encontré

detenido preventivo

sin delito qué joder

culatazos sí te ofrecen

los cuilios sin merced

sólo dioses impotentes

que juegan con nuestra sed

tan maldita la nostalgia

rompedora sin igual

cuando el hambre aquí te agarra

se te sale lo animal

los domingos pastorcito

aplaudido en general

fiel nos trae un atolito

todos no lo alcanzarán

la palabra de diosito

nos alimentará más

la UMO bien seguidito

trae todo su arsenal

pa dejarnos chuloncitos

golpe a golpe un castigar

botá esas mierdas, cerote

de qué te servirán

son mis medias por la noche

nos podemos calentar

boca abajo semos malos

nos dominan por igual

con capucha bien armados

así harán su festival

Celdas 8, 9 y 11.

mi primera cárcel fruta negra

¿cómo nombrar esa nueva desgracia?

son números los días y espero más que al rancho

el final de este pequeño infierno

yo soy quien se pudre en ese deseo

pero antes lo negro lo mal encarado lo fétido lo aberrante

púdrase la desgracia que engendró esta suerte

ninguna su intención más que la de persistir

y afuera: los preparativos de la navidad

la gran mafia gobernante se instala

afila las espadas que se empuñan por la espalda

y negocia redondamente las ignominias sociales futuras

mi familia cenará amargamente

y beberán sonidos fríos de vidrios y lágrimas

los jueces como es natural se van a Cancún a Roatán a Miami

su permiso y su bono irá a disfrutar el helado policía

la justicia descansa muerta bajo la permanente sombra

de la gran galera del penalito

sucia de estiércol humano y aviar

de sirenas marqueras de patrullas y pelo quemado

cada cual en su condición todo el mundo a vivir su vida

el sub inspector Pineda, los ministros y Dios se tuestan las panzas

al son de las monedas de madres y familiares

que a las afueras pagan las prendas y los ranchos de sus presos

no estoy aquí ni por fu ni por fa ni culpa ni causa

ni por malo o por bueno sino por guerra la paz

porque capital / trabajo porque Arriaza Chicas allá y yo aquí

exnovias y amistades beben metros más allá de estos hierros

en sus demasiadas juergas en las fiestas de fin de año

los que saben dónde estoy, los que no

así transcurre la vida

(nacida de la mar y sin fe)

alrededor de nuestro hacinamiento

y en cualquier lugar, Roque ya lo lamentaba,

la última de las cosas hundidas o clavadas será menos prisionera que yo

Pensar fuera de la celda

ME ESTOY RIENDO

[…]

es el tiempo, que marcha descalzo

de la muerte hacia la muerte.

César Vallejo.

el poema raro inicia como no se espera

el tiempo, fulminante de todas las cosas, enrarece todo

soy, en conclusión, una molécula consumida por los segundos

Soyapango se vuelve un instante difuso escrito en las paredes

un sapo oculto por la lluvia esparcida en el asfalto lejano

un atasco en medio de la tortilla mordida

el rancho que puntual me paga mi familia

no lo acepto pero me obligo

lo digo con toda la doncellez que puedo y el tiempo apretujado

tan diplomático como problemático

caos de la noche, irreverencia del mundo

¿tiene cicatrices o tatuajes? ¿ha estado detenido antes?

mis ojos llorosos ante la cámara que me registra en el expediente penal

rostro, pregunto por mi rostro y mis tímpanos

miralos ahí en las paredes que no fueron pintadas

la espectral evidencia que sostiene mi caso

¿en qué se reduce nuestro progreso?

general metabolismo, mariconada la tortura del hambre

cuando me estalla Hiroshima en espalda y ojos

Dios está en las macetas en un pastel

pero no aquí

todo se vuelve a enfriar

Dios en el veneno para el muchacho, para la anciana

Dios es la puta de un hijo

pensémoslo con la madurez de un excusado roto

si es obsesivo es artístico

lo sabrán Germán Cáceres y Horacio Oliveira

Rubén Martínez, estudiantes del inframen, mareros

Camilo Minero, Churchill, Roque…

cada quien enfrentando su cirrosis histórica

su decadencia sifilítica

la mía

el conocimiento de casi nadie

eso es Dios

que hubo un milagro, un poltergeist verbalista, cuando anduve en audiencia

que uno se fue libre gracias a Dios

que estén listos los cañones

después de las bartochas te llevan al penal

sean marciales con los custodios, acá se les llama “jefes”

me dará catarro antes, escabiosis en los labios

cortarme la lengua con hilo antes que…

los pesares crónicos de las enfermedades, apendicitis, diabetes, taquicardias

en el patio central del penal hay una polvareda que atestigua mi abyección

la constituida verdad de todas mis hambres

las aves cagando los interiores de las celdas, nuestra blanca ropa

la naturaleza sobre los pistilos

hoy no tengo intención de dormirme

densa la picazón del cuerpo

inundación de cabezas pelonas, cicatrices, tatuajes

bagatela suculenta es la categoría de mi prisión

sembrá cerveza y cosecharás orina

los Saca de arriba las resacas de abajo

esta sed de regias cholas

plasma un eclipse sinfónico de estrellas y rosas

soneto oh soneto del aire que te vestís de frío

el libre albedrío es una cínica mentira

el custodio hace lo que quiere pero se debe enmascarar

el poema que va a ninguna parte

pensé que moría y era tu desnudez

era yo despertando en la celda y lloré en seco

era la cuca fétida que nace en los rincones de la inmundicia

y no la tuya

la de tu rinconcito callado que me acaramelaba la boca

la que me enculaba lavarte en la ducha siempre con ritmos de serpiente

soy tan bueno en eso en serio tan bueno

ahora lavo mi piel lacerada por ácaros y hongos

“¡me quiero ir libreeee!”, grita un cerote

libertad yo no sé lo que es, pero sí penitenciaría

y total que me han sacado pero no fue Dios

no fue porque rompí la prisión

sino porque se acabó ese círculo

About Post Author

Héctor Saavedra

Happy
Happy
0 %
Sad
Sad
0 %
Excited
Excited
0 %
Sleepy
Sleepy
0 %
Angry
Angry
0 %
Surprise
Surprise
100 %

Average Rating

5 Star
0%
4 Star
0%
3 Star
0%
2 Star
0%
1 Star
0%

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *